miércoles, 4 de febrero de 2009

Artistas...

Antes de todo, quisiera disculparme por haber dejado abandonado este blog durante tanto tiempo. No penéis que me he cansado de esto, todavía hay mucho de lo que hablar y que contar, que esto de la red de redes y las nuevas tecnologías nos hace enterarnos de las estupideces y chorradas que siguen haciendo algunos allá por donde van.

Empecemos hablando poor la televisión, que tanto y tanto repito que no veo (es verdad), pero que está ahí, esperándome en el salón, cada día con una tontería nueva que mostrarme.

Se que hace mucho tiempo de esto,(hoy una semana) pero no puedo quitarme de la cabeza la imagen de cientos de artistillas izquierdosos riéndose de chistes tontos en boca de la pobre Carmen Machi y quejándose a cada minuto de la piratería o pronunciando discursos a favor de Palestina. Me ponen enfermo.

Por supuesto hablo de los premios Goya. No pude (no quise) ver la gala entera, pero poner la televisión en la 2 el pasado domingo a partir de las 22 horas era motivo de suicidio. Yo alterné la gala con al peli de "Sr. y Sra. Smith", una gran bazofia.

Para ponernos en situación, este vídeo dura ocho minutos, pero vale la pena ver los fabulosos chistes que le prepararon a Machi. Hay de todo: de la crisis económica, de la crisis económica, de la crisis económica... y el típico humor fácil de siempre.


Al empezar parece que el imperio de "La guerra de las galaxias" está a punto de atacar, pero no, es todavía peor, empiezan los Goya...

Espectacular. Sobre todo ese chiste de "Los girasoles ciegos", "Los girasoles con resaca" (¡me parto el culo!)...

Se creen que porque Woody allen haya hecho una peli en Barcelona la peli de Woody Allen pertenece al cine español. ¡Cómo molamos! ¡Viva España!

Me caen bien Álex de la Iglesia y Javier Fesser. Se ríen por no hacer el feo. Cuando Machi cuenta el chiste ese rancio de las bahamas, Álex se parte de risa hasta que piensa que la cámara no le está grabando y pone cara de "¡vaya mierda!"

Bueno, pues eso. No se si en los Oscars hacen las mismas gilipolleces (con perdón)que aquí, tengo entendido que a los nominados les regalan un lifting para su perro. Pronto nos ganaréis la carrera de la falsedad y la estupidez supina, felicidades.

Pobrecillos los de "Muchachada Nui", que hicieron unos cuantos sketches para la gala. Os merecéis algo mejor, sois unos jugones.

Menos mal que en mi casa sólo hay una tele.

Os dejo un post muy bueno del blog "Tribulaciones de un guionista" que también habla del tema.


Lo dicho. A partir de ahora este blog va a tener más vidilla que antes.

Voy a cambiar la sección de "Anuncios" a "Televisión", que es un concepto mas global.

Un saludo y un abrazo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Cambio

Supongo que hoy todas o casi todas las personitas en el mundo que tengan un blog publicarán algo relacionado con las elecciones americanas. Bueno, aunque no soy partidario de seguir a la multitud, hoy lo voy a hacer.

Obama ha ganado las elecciones y a partir de Enero será el nuevo presidente de EE.UU.  (o será el nuevo emperador de la Tierra, eso ya lo dejo a la opinión de cada uno).
Una sensación de esperanza y de cambio ha sacudido al mundo entero en los últimos quince meses. 
Hay quien dice que no se vivía nada igual desde la época de J.F. Kennedy

¿Hemos asistido a un momento histórico? Pues yo creo que todos los momentos son históricos, pero si nos referimos a un momento decisivo de cara al futuro, espero y creo que sí. La era Obama acaba de empezar. Los años tórridos y bochornosos para el mundo de la era Bush parecen haber acabado. 
Personalmente creo que Obama dará un soplo de aire fresco al mundo entero, no solo en lo que a la economía se refiere, sino en la fuerza de luchar por aquello en lo que creemos. 

Barack Obama es, además de un gran político, un gran escritor. Hasta el momento ha publicado dos libros:"Dreams from my father" (Sueños de mi padre) y "The Audacity of Hope" (La audacia de la esperanza). 
Leí hace poco "La audacia de la esperanza" (no se quién ideó ese título, pero quizá sea algo empalagoso, ¿no?). Es un gran libro, en el que Obama plantea sus opiniones acerca de los temas que más urge cambiar en Estados Unidos y en el mundo, en él explica su plan de retirada de las tropas de Irak, retirando las tropas lentamente para que Irak no caiga en el caos; sus pensamientos acerca del conflicto palestino-israelí y su plan de sanidad universal en Estados Unidos entre otras cosas. Iba a decir también que en este libro se observa la gran capacidad que tiene Obama para desarrollar relatos, ya que apoya sus opiniones de anécdotas y episodios de su vida, pero eso dicen que lo demuestra con su anterior libro, "Sueños de mi padre" (libro que compré en inglés y que no me he atrevido a leer todavía), en el que relata su infancia en Indonesia y posteriormente con sus abuelos en Hawai.

  
Estos son los que tengo yo.

La elección de un presidente negro en Norte América era impensable en Estados Unidos antes de los años 50, cuando algunos autobuses reservaban los primeros asientos para las personas blancas y los ciudadanos afroamericanos se veían relegados a las últimas plazas. Este blog habla de la segregación racial durante aquellos años.
También he encontrado esta entrada en el blog "La aldea irreductible" 
que habla de la esperanza de cambio entre la comunidad negra.
Es lógico que el ex-candidato a las primarias demócratas en 1984 y 1988 Jesse Jackson, defensor a ultranza de los derechos humanos de los afroamericanos, rompiera a llorar ayer (hoy) al conocer la victoria de Obama.

El reverendo <<span class=

También nos acordamos de Martin Luther King Jr., con su discurso "I have a dream". Una vida dedicada a la lucha contra la segregación  racial.

                                        

Obama ha luchado y a intentado siempre acabar con la distinción de razas, aceptando a Estados Unidos como un país formado y fundado por inmigrantes de todo el mundo.

Esperemos que Obama continúe con el cambio y que éste sea para bien. Muchos le han criticado por su debilidad en la política exterior. Cuando se lee su libro se descubre que no es así. El conflicto de Darfur, las guerras en Oriente Próximo y  la falta de derechos humanos en Tíbet y China han sido puntos a tratar y que tratará durante su carrera política.

Yo confío en él.

                                      


martes, 7 de octubre de 2008

Cillit Bang

Estamos de estreno. Esta sección irá dedicada a la cantidad de chorradas e iluminaciones que ve uno delante de la caja tonta (aunque no la vea mucho).

Parece que la publicidad, como todo, está en 'crisis'.

Vayamos al grano


Este es el anuncio de "Cillit Bang". Bueno, miento, este es uno de los "tropecientos" anuncios diferentes que he visto de "Cillit Bang" (para mí que los grabaron todos el mismo día y se quedaron tan anchos). Vamos a ver la versión "tecno-rap" del anuncio.






¿Qué? ¿Genial, no? Sí, sí. Es estupendo. pero no nos quedemos en la superficie, hay que analizarlo:
  • La música: como decíamos, la banda sonora la podríamos clasificar de tecno-rap. Me encanta cuando el tipo que hace los coros dice "BANG, BANG". Además lo dice sin ganas, sin energía. No es un "¡¡¡¡BANG, BANG!!!!", es un "BANG, BANG", como si le importara una mierda que la casa estuviera sucia y que en la silla de la terraza hubiera comido un jabalí. Al tío le da igual. Otro punto de gran ritmo y musicalidad es el fragmento en el que la voz femenina del anuncio entona estos versos: "Mira, mira, el armario y la encimera. Mira, mira el grifo y la bañera". Absolutamente genial.
  • La suciedad: lo que nos quieren vender es un producto que elimina la suciedad (o que la limpia en un "¡bang!", eso lo dejo a vuestra elección), no lo olvidemos. Para ello nos muestran casas que están sucias. Otra cosa es que en estas casas hayan estado viviendo ñus y/o ornitorrincos (ver el estado de la encimera o el fregadero). Eso no nos incumbe.
  • Personajes: Podemos observar tres personajes, la mujer que parece querernos decir que se le ha acabado el bote, que vayamos a por otro, por favor. Esta mujer ya nos sorprendió utilizando Cillit Bang para todo en otro anuncio anterior, en el que la idea era que las mujeres delgadas, españolas y rubias son más avispadas a la hora de limpiar que las rellenitas pseudoargentinas, espero que os acordéis de ese anuncio porque sólo lo encontré en portugués mal doblado. También participan en este anuncio la mujer que alucina con el brillo de sus céntimos al baño de "Cillit Bang", y nuestro conocido "Hombre de Cillit Bang", que nos sorprende bailando espasmódicamente la banda sonora del anuncio (se puede descargar para móvil, por cierto) y soplando el bote de "Cillit Bang" como diciendo "¡Mira, soy el más rápido desincrustando! Para hacer esto con soltura, el susodicho personaje tuvo que ingerir un bote entero de producto.

Vamos con el segundo vídeo. En este se incluye una versión más española para aquellos que todavía no se han lanzado a las nuevas tendencias musicales.






En este vídeo perdemos al "Señor que Baila", una pena, pero a cambio tenemos a mucha gente que baila:
  • El calvo ese y su mujer ¡Cómo bailan!.
  • La señora, que parece feliz de que un producto la desincruste del sofá para ir a jugar al julepe.
  • Ese hombre bajito con barba que acaricia suavemente el grifo (lo pusieron por aquello de no poner mujeres todo el rato. Aunque no lo parezca, un desincrustante también se fija en lo que sienta bien y lo que no).
  • Esa mujer de verde, que parece apasionadísima con la canción (si sois como ella y se os van los pies, también podéis bajárosla al móvil).
  • Y la mujer del jersey rosa que pone esa cara tan rara al final
También hay una versión inglesa, donde aceptan como lógico que un jabalí se bañe en su bañera. En caso de ser necesario también le pondrían el sistema de burbujas.

 





CONCLUSIÓN

Este producto se comprará más que el "KH-7" (suponiendo que los anuncios sean de cachondeo, si no lo son... también), porque este anuncio cae simpático al consumidor. En cambio el spot de "KH-7" es suigeneris, con tipos cachas que levan botellitas de producto en los bolsillos, como un ejército de desincrustadores.

Por todo ello felicito a "Cillit Bang" y a sus publicistas.

Como dijo Sánchez-Dragó: ¡Libertad creativa!



miércoles, 1 de octubre de 2008

Woody Allen

Inauguró una sección que he copiado vilmente de mi querido entrenador y amigo Javier (http://javierdiazcarballeira.blogspot.com/). Tiene un blog muy majo, echadle un vistazo.

No podías esperar que empezara esta sección con alguien diferente a mi querido Woody Allen. Casi todas sus frases vienen en su trilogía de libros. Una recopilación de sus artículos en el Times y de pequeñas comedias estupendas. Os hablaré de ello otro día. Ahora esto:




"Prefiero que me incineren a que me sepulten, y                      
     ambas cosas a pasar un fin de semana con mi mujer"

jueves, 21 de agosto de 2008

Nacionalismos



Sigo pensando que estos presentes Juegos Olímpicos echan por tierra todo el concepto de Espíritu Olímpico que yo tenía en mente. ¡Qué bonito es superarse y exhibir tus capacidades físicas ante el mundo! ¿Verdad? Sí, muy bonito, aunque yo pensaba que nuestros queridos atletas tenían algo más que un buen físico, pensé que podían pensar. No me refiero a que no tengan la capacidad de pensar, ya que muchas de las disciplinas que practican requieren de ello, sino a PENSAR, a tener una opinión y a no desaprovechar su repercusión mundial para aportar mensajes a la humanidad para cambiar las cosas.
Resulta que, atención, ¡ninguno de los deportistas que han participado en las Olimpiadas de Pekín ha dicho una sola palabra acerca de la falta de derechos humanos en China y Tíbet! ¡Ni uno! Claro, es que ellos no van a dar discursitos, van a ganar medallas. Sí, pero están ganando medallas en un país antidemocrático y represor que hace apenas veinte años asesinó a una cantidad ingente de gente que se manifestaba en busca de sus derechos humanos en Pekín y que hace tan solo unos meses hizo algo similar en el Tíbet. ¿Qué pasa entonces? ¿Os tenéis que quedar callados ante esto? ¿No podéis reaccionar? ¡Aunque sólo os coloquéis una pegatina en la zapatilla acerca del tema!... Claro, tampoco le vamos a pedir más a gente que pide una bandera de “su país” en cuanto gana una prueba atlética. Eso explica la reacción al trágico accidente ocurrido ayer en el Aeropuerto de Barajas. Es una pena que ocurran estas cosas, pero es un accidente, y los accidentes son accidentes. El caso es que todos los deportistas españoles (solo españoles) expresaron su condolencia para con las familias de las víctimas y fueron los primeros (aunque no les dejaran) en ponerse un crespón negro en señal de luto. ¿Y por qué solo lo hicieron los españoles? Todos somos personas, ¿verdad? Seamos de España, de China o de Argentina. Pero el accidente ocurrió en España, que se ocupen los españoles. Como los ciudadanos chinos están reprimidos ante el poderío de su gobierno y tienen verdadero miedo a expresar sus opiniones, ¿a quién le importa? No es nuestro problema, ¿verdad? Como no hay ningún tibetano en los J.J.O.O., ¿qué mas da? Que se ocupen ellos de su libertad, nosotros lo único que queremos es ver deporte y que “nuestro país” gane medallas, ¿verdad?. Dejemos los nacionalismos estúpidos y la competitividad entre países. Las Olimpiadas originales, las de la cultura Griega, pretendían medir la capacidad de una persona o de un equipo, no de un país. Intentémoslo así. Dejemos las fronteras y luchemos todos por la libertad, aunque suene idealista y demagogo.

El hombre que sabía demasiado... poco


Accésit 23º Concurso de Cuentos Bibliotecas públicas de Madrid.


Una mañana de primavera, paseando por la Cuarta Avenida, deleitándome con el maullar de los pájaros y el berrear de las ardillas (o viceversa) atisbé a lo lejos la silueta de un hombre que me resultaba escalofriantemente familiar. Intrigado por estar cada vez más cerca de aquel sujeto caí en la cuenta de quien era.
Se trataba de Devean Hodge, “lustrísmo” (lo opuesto a ilustrísimo) ex alumno del South Queen Institute. Lo recuerdo como a un patán al que lo único que le interesaba de joven era ganar mucho dinero de rico. Siempre había sido muy ambicioso, pero también muy tonto. Yo me preocupaba por él, sabiendo el grado de su estupidez.
A eso de los 15 años, Dave empezó a fumar sustancias que cada vez más se alejaban del tabaco, influenciado por otros chavales. Yo le quise convencer de que lo dejara y de que sería malo para su salud, de que se arrepentiría… Así que me prometió que lo dejaría, pero conservó su mechero, según él para “Ahuyentar a todo gasterópodo que ose molestarme. No sabes con qué criaturas te puedes encontrar, ya sabes…”. Dada su estupidez anteriormente mencionada le permití que mantuviera el mechero.
Poco después, me di cuenta una mañana de que Devean no tenía la coletilla que solía dejarse en la zona posterior de la cabeza. Extrañado, le pregunté qué había sido de su coleta, a lo que Dave me confesó que, en un arrebato de celos provocado por una caricia de su hermano al pomo de la puerta de su habitación, se la había envuelto en una toallita húmeda y se la había fumado.
A pesar de lo que ahora mismo esté pensando, querido lector, a Dave le psicoanalizaron hasta la saciedad. Sus padres, peces gordos, besugos si no me equivoco, le llevaron a todo tipo de especialistas, que no le encontraron ningún trauma o patología. Algunas de las reacciones fueron: “¡Que alguien me traiga veneno!”, “Señores Hodge, ¿tienen parentesco ustedes con alguna familia de primates y/o cetáceos? ¿Se ha criado su hijo en un pajar con mulas? En ese caso, ¿mantuvo su hijo relaciones sexuales con mulas? En ese caso, ¿tuvo descendencia esa unión?”.
Pero no, los psicólogos no pudieron entender la mezquindad y la estupidez de Dave. Uno de estos especialistas le aconsejó que “leyera más”. Sus padres le facilitaron las más grandes obras de la historia de la literatura, a lo que Dave reaccionó intentando cortarse las venas con el filo de las hojas de “Hamlet”.
A Dave le perdí la pista cuando, en la fiesta de graduación del instituto, confundió la botella de champán con la de agua fuerte.
El caso es que vestía un traje marrón de raya diplomática roja con peinado a juego, que le daba un toque entre elegante y Dennis Rodman. Sin pensarlo dos veces se dirigió a mí:
- ¡Timb! ¿Qué tal amigo? ¡Pero cuánto tiempo! – de su aliento se denotaba una mezcla de dicloruro potásico y vodka bastante… curiosa.
- Esto… ¡Hola! ¿Qué hay?
- ¿Qué tal te va todo? ¿Qué es de tu vida? – se le notaba muy entusiasmado, como si una mosca acabara de entrar en su tarro de miel y él la estuviera observando ensimismado.
- Pues estudié historia en la universidad y conseguí un trabajo en la biblioteca. –supongo que se me notaba muy seco y distante, pero en aquel momento, las ganas que tenía de encontrarme a aquel sujeto eran prácticamente las mismas que puede sentir un pato silvestre al ver a un zorro.
- ¡Qué bien! ¡Cuánto me alegro! Yo terminé mis estudios medios de mecánica y me fui buscando la vida. Me casé con Isabella Rose, ya sabes, aquella muchacha del instituto.
- ¡Ah! ¡Qué bien! – Isabella Rose era una muchacha ciertamente estrambótica que alternaba sus estudios con periódicas visitas a diversas sectas proliferantes de aquellos tiempos. A Isabella también le costaba sobremanera sacar algo en claro de series de televisión como “Pokemon”. Cierto día recuerdo que la profesora de Matemáticas lanzó alguna cuestión envenenada acerca de ciertos logaritmos de Briggs a la que Isabella respondió con controversia y vehemencia haciendo referencia a un dios bengalí con quién sabe qué poderes matemáticos supremos. Lista la tal Isabella.
-Bueno, ven a tomar un café a la esquina, anda, que tenemos que hablar de muchas y pintorescas cuestiones.
Tal era su interés en mantener una conversación con mi persona que tuve que acceder a tomar ese café que pronto se convertiría en un refresco de soda debido a mi pavor a consumir toda sustancia de tintes pardos. Pronto me interesó, como a él, la conversación, ya que en su oratoria se distinguían ciertas maneras que no habría podido adivinar que vinieran de aquel hombre que en otro tiempo confundía el perchero con su propia nuez. Aunque en el fondo se le notaba un poso bastante insípido e imbécil:
- Pues, cuando termine mis prácticas en Dodge, empecé a trabajar con John Roberts –continuó Dave mientras sorbía su capuchino con moka.- Quisimos emprender la aventura de mantener nuestra propia fábrica de material neumático de construcción. Como el precio del metro cuadrado de terreno estaba horriblemente caro decidimos adquirir dos metros cuadrados que nos proporcionaron mis padres (uno para cada uno) al lado de un apacible parque de Brooklyn e ir adquiriendo un metro más cada año. Al principio tuvimos que pluriemplearnos para paliar las deudas que dejaba nuestra aventura. Pero pronto coqueteé con el mundo bursátil y entablé amistad con los más importantes corredores de bolsa de Wall Street. Invertí en grandes empresas, asesorado por mis nuevas amistades y pude relanzar mi aventura comercial con John. Después vendimos la empresa a una multinacional por un amplio número de papeletas verdes y enfoqué mi vida sobre la transacción de acciones. Ahora estoy metido en un movimiento multimillonario relacionado con unos inmuebles en Malibú. Puede que te interese el tema, si en realidad ahora mismo todo el mundo invierte en bolsa. Creo que hasta El Vaticano está invirtiendo en algunas empresas chinas que han surgido recientemente. Creeme, te interesará.
Mira, ayer mismo concerté una cita para el sábado con mis amigos del West Village en el club de campo. Ven con nosotros, de verdad. Ya veras todo el parné que se mueve en estas cosas.

Acepté la invitación como un bobo y me despedí de Dave. No podía creer lo que había cambiado. Bueno, en realidad no había cambiado nada. Seguía siendo igual de ambicioso y se notaba que no había tocado un libro en estos largos quince años. Por muy rico que sonara su actual vocabulario, seguía siendo el Dave de antes, tan corto él.
En realidad no sabía por qué había aceptado aquel encuentro en ese club de campo tan esnob. Aquella tarde me fui a ver perder a los Knicks y por la noche a cenar costillas con una suculenta dama que había conocido en la sección de cocina de mi biblioteca.

● ● ●

El sábado por la mañana me levanté pronto y comí mis tostadas francesas frente al espejo, probándome todas las corbatas que la gente se olvidaba dentro de los libros que devolvían, ya que las usaban de marca páginas. No me convenció ninguna, así que no quise camuflarme y me presenté allí con una camisa de rayas y un pantalón de lino al más puro estilo de Massachussets.
La primera impresión del club emprendedor que allí había reunido fue poco menos que desoladora. Estaban jugando una partida de póquer todos sentaditos a la mesa con sus respectivas bebidas y puros y hablando sobre la administración que pensaban darle a su jugosa cuenta bancaria o conversando acerca de diversos temas financieros que no me interesaban en absoluto. Reparé en que no había una sola mujer en la sala. Me dieron unas ganas terribles de largarme de aquel horrible lugar, pero quizá no todo fuera malo en aquellos defraudadores de hacienda empedernidos. Había dos personas que no abrieron la boca durante toda la partida. Aunque fuera una tontería, su silencio durante las gracias de sus compañeros de timba me hizo sentir bien. Así era la conversación que reinaba en aquel tórrido ambiente:
- Mañana iré a cazar con mis hijos –dijo un cincuentón que se llamaba Todt y había conseguido grandes sumas de dinero por sacar a la luz unas tórridas fotografías antiguas de Charlie Chaplin leyendo revistas de belleza en su diván. -Tengo ganas de cazar un ciervo para ampliar mi colección de cabezas en mi museo de caza.
-Yo, en mi juventud, también coleccionaba animales –contesté yo, no se muy bien hoy en día a santo de qué.- Empecé a cazar mariposas, pero acababan muriendo en la caja donde las guardaba. Me recomendaron que las disecara, pero seguía sin resolver el problema inicial, las mariposas seguían muriendo. Me daba una pena terrible que sufrieran tanto, así que deje de coleccionarlas y me dediqué a interpretar obras teatrales de la época del gongorismo.
No se muy bien por qué conté esto, pero las anécdotas de mi extraña infancia suelen ser bastante graciosas (un día que tenga tiempo se las contaré, pero hoy tengo que terminar este relato para entregarlo mañana) y creo que les venía bien relajarse de tanto cuento bancario y burocrático, aunque no se rieron más de lo estrictamente necesario.
- Muy interesante Timb –comentó Dave falsamente. ¿Sabías que Rudolf ha conseguido el título de mayor defraudador de impuestos del año por el Wall Street Journal? Es un premio muy prestigioso…
Continué escuchando largos y tortuosos chismes acerca de distinguidos ricachones del momento y asistí a una clase magistral de hípica, una de las pocas actividades constructivas que realicé en aquel club aparte de “conocer” a esos dos silenciosos amigos que se miraban y sonreían burlonamente cada vez que uno de estos extasiados timadores del mercado bursátil dejaba salir de su boca alguna payasada. Al final me marché a mi casa a prepararme para salir a dar un paseo con mi, ya no suculenta, sino sabrosa amiga.

jueves, 22 de mayo de 2008

La educación

Si queremos construir una sociedad tolerante, respetuosa y sostenible, debemos hacer hincapié en la educación. Este es el primer y más importante escalón por el que debemos pasar para convertirnos en buenas personas y tener una opinión sobre el mundo que nos rodea.
Sí, esto puede parecer muy simple, pero actualmente parece que estamos perdiendo el Norte en cuanto a este tema. Parece que los adolescentes no nos damos cuenta de que este es el momento de nuestra vida. El momento de decidir nuestro futuro. El momento de actuar y mostrar que queremos llegar a ser personas, buenas personas que sepan convivir con los demás. Sí, convivir con los demás, porque no solo nos formamos para conseguir un trabajo y poder subsistir, sino que también vamos a la escuela para despertar nuestra mente y estudiar a nuestros antepasados literarios, históricos, artísticos, etc. que tanto han influido en el pensamiento y en la forma de ver la vida actual. No debemos descuidar por tanto esta parte de nuestra formación, que nos llevará sin duda a la cultura y al disfrute.
Digo esto porque observo que en mi Instituto hay muchos alumnos que no aprecian las asignaturas que cursan y que no están relacionadas con sus futuros estudios (la música, la geografía, los idiomas…), o que incluso proponen que la educación es absurda y que no sirve para nada. No debemos dejarnos llevar por la edad al exponer estas ideas porque posiblemente nos equivoquemos. Debemos adquirir conocimientos para admirar lo amplio y diverso del mundo e intentar tener la mente abierta cuando llegue la hora de viajar y conocer nueva gente de diferentes culturas.
Por todo ello, en la comunidad educativa tenemos el deber de trabajar juntos, y en especial con los profesores, para conseguir despertar estas inquietudes en los alumnos y fomentar el interés en la formación de futuros adultos, tanto académica como humanísticamente.